Lamaladelapelícula: cornucopias novecentistas en formato blog

Lamaladelapelícula huele a viejo. A pesar de un llamativo diseño (no se podía esperar menos contando con el (casi) siempre apañado toque "pixelydixel") y de unas historietas elegantemente contadas, lamaladelapelícula huele a rancio. Todo está bien, pero tal vez dios, buda, alá, mahoma o el mismísimo billywilder le ha concedido una mano demasiado espesa y le ha regalado una prosa entubada, con resonancias de bóveda, muy apta para plasmar cosas escritas en letra redondilla pero poco idónea para encajarlas en una pantalla de ordenador.

Sus relatos, trufados de frases lapidariamente cursis (y en cuestiones de frases rematadamente pedantes borjamari sabe de lo que habla -aunque reconozco sentirme un humilde aprendiz al leer perlas del tipo "satinada noche de farolas tuertas que parpadean e intermitentes aires que vuelan las flores") parecen los escritos de cualquier señorito de tirantes prematuros, jurisconsulto fondón y aburrido, que pasa su tiempo garabateando relatos rodeado de armarios crujientes, hondos salones con tresillos isabelinos, consolas con espejos biselados y una gran biblioteca con un montón de volúmenes repletos de encuadernada filosofía perenne.

Unos relatos que, a buen seguro, hubieran triunfado hace un par de siglos entre los preclaros liberales de entonces, con su cultura refinada, su toque de modernidad sin dejar de ir a misa los domingos y su moralismo de infusión de té a la inglesa y hojaldres del vienacapellanes, pero que en la bruñida época de los tonos, politonos, sonitonos y demás pollinos nanotecnológicos, no deja de ser una rancia y aburrida pieza de museo que apesta a formol.

El producto presenta, en su conjunto, una admirable coherencia. Incluso alguno de los relatos podrían ser serios aspirantes a ganar la mención especial de unos juegos florales de primavera. Pero su autora se confunde completamente de escenario y, lo que es peor, de escaparate. Estamos en el siglo xxi y hasta el talento necesita de una ración de merchandising.

Lamerse el codo: las dos verdades del pastor

El lobo se abate sobre el ganado lanar, degüella siete ovejas y se permite el lujo de comerse sólo una. Este rito de supervivencia no deja de tener cierta belleza silvestre, si uno olvida la carnicería en sí. El predador cae de manera fulgurante desde la espesura del bosque, instala súbitamente la ráfaga de dientes en medio de la grey y entonces se produce una desbandada de largos balidos que aún excita más su mecanismo de destrucción y los jugos gástricos. En cosa de segundos, el sol ilumina la victoria en la ladera desierta. Allí quedan algunas víctimas abatidas sangrando por la yugular, los pájaros cantan y el lobo se pone a merendar bajo la brisa entre perfumadas margaritas.

El párrafo anterior me ha hecho ver lo malo que soy y, sobre todo, lo mal que he tratado a algunos blogs. Por eso quería, imbuido por el tierno, sensible, y acaramelado espíritu navideño, ser bueno y salir hoy de caza con el proposito de no hacer sangre. Ni tan siquiera despotricar un poco. Por lo menos hasta que me hubiera comido las uvas. Créanme. De verdad.

Pero mi gozo en un pozo. La mala suerte que parece perseguirme cada vez que intento reconciliarme con el mundo y enterrar para siempre los instintos depredadores (soy bueno, de verdad, lo intento, soy bueno) ha hecho que acabe en lamerseelcodo, un santuario de quiroexpresividad hadcore capaz de despertarle el lado más revoltoso hasta al mismísimo gandhi en plena sobredosis de sosegon. Y así no hay manera. A los tres minutos de empezar a leer semejantes raciones de presuntas gracietas, más propias de un rancio bar de carretera que de un medio de expresión del siglo XXI, todas mis melifluas intenciones se han ido al garete.

Lo he intentado pero no ha habido manera. Lamerse el codo es una zafia mezcla de las típicas, manidas -y ya muy apolilladas- sandeces que siempre cuenta el intercambiable cuñado coñazo en todas las bodas (después de meterse unos lingotazos del fundador), y las tres fotos frikis que encuentras decorando las paredes de cualquier caseta de verbena de extrarradio en directa competencia con la muñecachochona, el perrrritopiloto y los últimos éxitos del fary.

Paso por su cutre diseño, paso por la retórica presentación que su autor hace de semejante bodrio, y hasta paso (y ya es pasar) por los pastelosos comentarios empapados de merengue que lo salpican, pero se me hace imposible digerir la cantidad de majaderías, raciones de chistes gañanes y mediocres chascarrillos -a cual más impresentable-, en que este infumable imitador de chiquitodelacalzada -en versión castellanomanchega- intenta convertir su hospicio chusquero.



En fin. Otra vez será.

Kiosko: Fast-food impreso


Hay semanas en las que, a causa de la sobredosis de trabajo, es difícil encontrar tres o cuatro blogs indecentes a los que poner a caldo. Y, sin embargo, hay semanas en que lo difícil es no toparse con una buena idea por muy enterrada que esté bajo un nombre absurdo y cuente con un diseño que podía estar firmado por el mismísimo estilista de marujitadiaz el día de su boda.
Partiendo de la tan publicista como interesada ley (no escrita) que funciona en la prensa de papel y que se cumple a rajatabla "las portadas de los periódicos se regalan", a alguien se le ha ocurrido reunirlas en un blog. ¿Resultado?, una curiosa bitácora en la que uno puede asomarse de un sólo vistazo al heroísmo y a la capacidad imaginativa que son capaces de desplegar los distintos periódicos de papel a la hora de inventarse titulares con gancho, noticias mínimamente interesantes que deban servir a sus intereses (sin desentonar excesivamente) y las acostumbradas historias (en posesión de eso aun más abstracto que cursi llamado valor humano) que, amplificadas antes y después con las correspondientes imágenes de los telediarios, van a ser las que de verdad hagan que la gente se gaste el dinero en el kiosko.

Nos cuentan que...

... parece ser que mis justos y necesarios comentarios vertidos en algún otro blog (sin el habitual disfraz de lagarterana) sobre el fracaso del circo (¿demasiado protagonismo de los payasos?) que se montó en sevilla hace algunas fechas, (y que hasta los más afamados talibanes reconocían en petit comité, aunque como buenos expertos en merchandising -exposición del producto en el sitio de venta- alababan -tampoco con mucho entusiasmo- en público) y la escasa repercusión mediática que a pesar del esfuerzo -lo cortés no quita lo valiente- de la organización tuvo la timba fuera del ecosistema umbilical, le han hinchado las narices a más de uno.

Ay, ay, mira que llegan ustedes a ser ingenuotes, caramba, ¿no se dan cuenta de que sus pequeñas rabietas no hacen sino emborracharme del más zumbón gustirrinín? Hasta algunos correos personales (tranquilos, no daré muchas pistas) cometen el error de confesar que mis correctas apreciaciones (hechas con luz, taquígrafos y hasta con mi nombre de pila putativo) les pusieron ".. de mala leche el resto del día..." Pero, infelices, ¡si eso me catapulta al orgasmo! Para que se alivien les revelaré que sus remitentes me caen requetebien porque su cándida actitud denota un enfermizo caudal de pasión. No existen muchos seres capaces de odiar tanto por tan poco. Y en esta vida hay que ser apasionado....

Respecto a las preguntas de si me pagan un plus por cada blog que destrozo con saña le diré que no exactamente: solo en el caso de tener que asistir a magmas tan rematadamente coñazos como el incidente sevillano.. que no, de verdad, que no, es broma. No fue para tanto.. en realidad, ¡no fue para nada! Bueno digamos que fue, sencillamente un bluff; apreciación, por cierto, que jaleaba alborozado uno de sus -antes- más acérrimos defensores al ver cómo allí su ego era pisoteado por una indiferencia general y absoluta hacía "su" muy autopromocionada obra. Creerse las listas de los topdelostopquemáscuentan es lo que tiene. Entre las miles y miles que hay siempre se encuentra alguna que te convenga, te agarras a ella y... plofff, más dura será la caida. Claro que también usar a "la zorra y las uvas" cuando te interese puede no ser la mejor postura para opinar sobre algo.

¿En cuanto a la changa en sí?, bueno pues los doctores de la santa madre iglesia (uno, además de poco avispado, es agnóstico militante) ya se han encargado de desentrañar los laberínticos enigmas que allí acontecieron. Oigan, y algunos se me han estrujado de lo lindo la mollera; me valen todas sus teorías (puesto que cualquier interpretación a una pesadilla es correcta). Pero, como intuyo que necesitan algo más de luz, allá van algunas claves que mi limitado y ambiguo intelecto puede brindarles.

La estructura del evento se correspondió con la de cualquier conferencia bloguera, sin principio ni fin, por lo que cualquier acontecimiento de la trama que allí ocurría era causa y efecto tanto del pasado como del futuro. De hecho era como un magma mental (sólo para los lectores de boboblogs: ¿a k "magma" es una plbra hiprmegaspergüay k mola?), una materialización de las obsesiones esquizofrénicas de los que escribimos bitácoras, en las que apenas se puede discernir dónde radica la realidad y la fantasía (y es que, ¿acaso no es la vida sueño?...) llevada sabiamente por los maquiavélicos demiúrgicos de siempre que se divierten (léase se aprovechan descaradamente) hurgando en las ansias de notoriedad de todos los pequeños hombrecitos, como ustedes (leñes, ¡y cómo yo!), dispuestos a romperse la cabeza tratando de orientarse en esta carretera perdida que comienza y termina en sí misma.

¿Se han enterado de algo?.. pues igual salimos de allí. En dos palabras: un-timo.

Caspa tv : la progresiva lucidez de un superviviente


Hace algunos años este blog -con un título más cañí que el toro de osborne- era tachado por esta misma web de “pretencioso y pedante”. Lo que son las cosas. Hoy, diluido entre el magma de las miles y miles de “innovadoras” bitácoras dedicadas a desentrañar los misterios de la patafísica mass-media y sus aledaños a través de una continua explosión de grandilocuencia hortera (imposible de digerir), hasta tenemos que darle las gracias por seguir ahí. Otros vendrán que bueno te harán.

Básicamente, casi nada ha evolucionado desde aquella vez. Caspatv sigue siendo un batíburrillo convencionalmente correcto (demasiado convencional y demasiado correcto), con un diseño sosaina, y unas noticias tópicas y previsibles contadas con una total y alarmante carencia de modestia y un exceso de oficialismo que rechina. Tanto da si se trata de celulares, de redes o de cacharritos con más botones que una casaca francesa, nuestro histórico star system da rienda suelta a su particular, entrañable y sublime sentido de la elegancia, glamour y sofisticación de la manera más publicista posible sin perder nunca esa urbanidad y buenos modales que cultiva hasta el aburrimiento. (Por cierto, ¿sabrá que "corrección" -según el espasa- es uno de los muchos sinónimos de "censura"?)

No es que personalmente crea que caspatv sea un buen blog, pero al menos es uno los pocos especializados en semejantes temas que sigue fiel a sí mismo y puede pasear la coherencia como mérito. Mucho más de lo que pueden decir la mayoría de sus colegas.
En el reino de los ciegos..

La fragua: o cómo el tiempo puede convertir una bitácora con talento en un mejunje demasiado previsible

Si fuese tan sencillo discernir si una melena rubia es natural o teñida como resulta darse cuenta de si un blog es interesante o sólo lo parece, la fragua se hubiese quedado sin un bonito macguffin para articular la (presuntamente) chispeante colorista y esencialmente agradable mirada indie que su autor intenta transmitir bajo el enfático y ampuloso (y casi tan redicho como un post del borjamari) subtítulo de "estrategias para aceptar la muerte .."

Es difícil enfrentarse al hecho de que la fragua sea un blog fallido. Como difícil es hacer entender a quien lea esta opinión la paradoja de que, sintiendo absoluto interés y hasta una pequeña atracción fatal por el planteamiento, el estilo, los temas y, sobre todo, por la intención de su autor, no pueda evitar una decepción personal- cuasi metafísica- al ver lo mal que soporta el paso del tiempo lo que en sus comienzos fue una prometedora bitácora. Tan interesante como innovadora.

Uno no puede evitar simpatizar con el intento, pero no debe, tampoco, evitar la verdad: la fragua ya no funciona, al menos no como antes. Hace agua por demasiados sitios. Demasiadas influencias, demasiadas servidumbres, demasiadas ataduras, demasiados clichés, demasiadas faltas de originalidad. Al final la conclusión es inevitable, tiene algo que, a pesar del (demostrado) buen hacer de su autor, resulta casposo. Y, en los blogs, uno ya está harto de caspa.